Fútbol ecuatoriano

No es la primera vez, las veces en las que se descontroló el estadio Capwell de Emelec

Se lanzaron objetos desde las gradas hacia el campo de juego, y algunos jugadores denunciaron haber sido agredidos

Por Kary Vargas

Explosión Azul. FOTO: ESPN

El Clásico del Astillero, el partido más esperado del fútbol ecuatoriano, se vio empañado por la violencia este martes 11 de febrero de 2025 en el estadio George Capwell. El encuentro entre Emelec y Barcelona SC, correspondiente a la tradicional Explosión Azul, fue suspendido antes de tiempo debido a serios incidentes en las gradas y el campo de juego, agrediendo de manera violenta los jugadores de BSC.

Un Partido Caliente Desde el Inicio:

El ambiente previo al partido ya anticipaba un encuentro cargado de tensión. La rivalidad histórica entre los dos equipos más populares del país, sumada a la expectativa por ver a sus nuevas plantillas en acción, generó una atmósfera de alta intensidad en el estadio Capwell.

El partido en sí fue disputado y emocionante desde el inicio. Barcelona SC se adelantó en el marcador gracias a un gol de su delantero estrella, Octavio Rivero. El encuentro se mantuvo cerrado y con pocas ocasiones claras de gol, reflejando la paridad entre ambos equipos.

La Tragedia se Desató en el Minuto 58

Cuando el reloj marcaba el minuto 58, el partido se vio interrumpido abruptamente. Varios objetos, incluyendo bengalas y petardos, fueron lanzados desde las gradas hacia el campo de juego. Algunos jugadores de Barcelona SC denunciaron haber sido agredidos por objetos contundentes.

El árbitro central del encuentro, Oswaldo Contreras, tomó la decisión de suspender el partido ante la falta de garantías para la seguridad de los jugadores y el público. Los jugadores de Barcelona SC se retiraron rápidamente al vestuario, mientras que el ambiente en las gradas se tornó cada vez más hostil.

Las causas exactas de los incidentes aún no han sido esclarecidas. Sin embargo, se especula que la rivalidad entre las barras de ambos equipos, sumada a la tensión propia de un clásico, pudo haber desencadenado la violencia.

También se ha mencionado la posibilidad de que algunos sectores de la hinchada de Emelec hayan expresado su descontento con el resultado del partido y con el rendimiento del equipo.

La suspensión del partido dejó un sabor amargo entre los aficionados que esperaban disfrutar de un espectáculo deportivo. La violencia empañó la fiesta del fútbol ecuatoriano y generó preocupación por la seguridad en los estadios.

Las autoridades deportivas y los dirigentes de ambos clubes han expresado su repudio ante los incidentes y han prometido investigar lo sucedido para identificar a los responsables. Se espera que se tomen medidas ejemplares para sancionar a los involucrados y evitar que este tipo de situaciones se repitan en el futuro.

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